¿Mejora tu vida sexual?

Ya que te pones… pensó, y cerrando los ojos se relajo contra la cama, sosteniendo aun el vibrador en la mano y acariciando la punta. Con los ojos cerrados y concentrándose para no escuchar el sonido la sensación recorriendo su mano era mucho más agradable.



Trató de imaginarse a Minho delante de él, desnudo y recién salido de la ducha, con gotas de agua resbalándole por todo el cuerpo y mostrando su desnudez sin vergüenza ninguna. Se acercó el dildo a los labios, dejándolo descansar durante unos segundos contra su boca cerrada, pero el olor de la silicona y la vibración le resultaron demasiado artificial, por lo que rápidamente lo apartó, bajando despacio por su cuello.



No era una mala sensación, pero tampoco podía sentir nada especial, cosquilleaba levemente contra su garganta, haciendo reverberar el sonido de su respiración, enviando extraños impulsos por su pecho.



No fue hasta que no rozó uno de sus pezones con el vibrador que recibió una agradable sorpresa, un estremecimiento de placer le recorrió desde la cabeza a los pies, y asombrado abrió los ojos. Guau, eso si era diferente. Cerró los ojos de nuevo mientras imaginaba los pálidos dedos de Minho recorriendo su torso, aumentó la velocidad de la vibración y volvió a presionar el dildo contra su pezón, conteniendo un gemido de placer mientras sentía como la sangre comenzaba a recorrer su cuerpo hacia su miembro.



En su mente, Minho se inclinaba hacia él, posando sus labios por su torso y bajando lentamente hacia su estomago. Su mano recorrió el mismo camino, acariciando su piel con el vibrador y gimiendo de placer mientras su pene se endurecía por completo.



Finalmente su mano alcanzo su pelvis, donde su miembro se erguía ya orgulloso y pidiendo atención. Tentativamente, acerco el aparato a su carne más delicada, y la vibración del dildo contra su miembro le arranco un grito. Consternado, se sentó de golpe en la cama, alejando el miembro artificial del suyo y mirando con los ojos como platos su pene. Unas gotas de fluido se agolpaban en la punta, y sintiéndose valiente de nuevo y deseoso de volver a experimentar esa intensa sensación, alineo el dildo con su miembro y se recostó contra la cama de nuevo. Era increíble. Sosteniendo los dos penes con una mano, como había hecho en muchas ocasiones cuando comenzó a salir con Minho, comenzó a masturbarse lentamente, gimiendo en voz alta ante el ataque de las sensaciones.



La vibración, el movimiento y la erótica escena que representaba tras sus parpados le estaban llevando cada vez más cerca del orgasmo mas poderoso que nunca hubiese imaginado. Pero aun no quería terminar, era después de todo un regalo para ambos, y tenia otro uso que el de la masturbación.



Reticentemente, desconecto el vibrador y se movió hacia la mesilla de noche, donde solían tener un frasco de lubricante siempre a mano. Con cuidado mojo dos dedos en el lubricante, normalmente era el quien se ponía encima, y a Minho le gustaba que le follasen, pero no quería utilizar el dildo en Minho sin saber si era seguro o que clase de sensaciones le produciría a su novio.



Con cuidado introdujo los dos dedos en su orificio, el aparato olvidado por un momento a su lado mientras se entregaba al indulgente placer de los dedos en su culo. Presionando con fuerza y gimiendo, Changmin busco y encontró el nódulo de nervios que sabia le proporcionaría mas placer. Cuando ya se consideraba lo bastante preparado, retiro los dedos y volvió a tomar en sus manos el aparato, situándolo con cuidado en su entrada y presionando.



La posición era muy mala, tumbado de espaldas en la cama no conseguía un ángulo adecuado y sentía una ligera quemazón que amenazaba con convertirse en algo mas que molesta si seguía presionando. Frustrado y extremadamente excitado, Changmin miro a su alrededor intentando averiguar como hacerlo cómodamente. Su mano alcanzo la almohada bajo su cabeza, y una lánguida sonrisa acaricio sus labios. ¡Claro! Eso siempre funcionaba con Minho.



Posiciono la almohada bajo sus caderas, elevando así su trasero y dejando su entrada expuesta. Decidido, cogió de nuevo el aparato y volvió a intentarlo. Esta vez el dildo se deslizo mas fácilmente, pero aun con dificultad; gruñendo, Changmin aplico mas lubricante al miembro artificial y esta vez consiguió deslizarlo hasta el fondo. Con un suspiro complacido, acciono el dial del vibrador y su grito resonó por toda la casa.



Los estremecimientos de placer recorrieron su cuerpo con una intensidad que rayaba en el dolor, y Changmin cerro los ojos con fuerza, jadeando ruidosamente. Durante unos instantes agarro el cabecero de la cama para centrarse, intentando agarrarse a algo que le mantuviese enfocado. ¡Ese juguete debería ser ilegal! Al borde de su resistencia, Changmin intento bajar la mano para agarrar su pene, que se sentía a punto de explotar en cualquier momento.



En eso sintio una cinta recorrer su piel y unos dedos largos y suaves acariciar sus antebrazos para luego alejarse.



Tardo un par de segundos en darse cuenta que no podía mover las manos, y en la niebla de placer en la que habitaba tardo un par de segundos mas en darse cuanta de porque. Abrió los ojos conmocionado, frente a él estaba Minho, mirándole desde los pies de la cama con una expresión de incredulidad que Changmin no había visto nunca.



Levanto la vista hacia sus manos, aun a sabiendas de lo que iba a ver. Ahí estaba, atado a la cama a pesar de que nunca había dejado que Minho lo hiciese antes.



- ¿Qué estas haciendo, Changmin? - pregunto Minho en una voz peligrosamente suave.



Mierda. Fue el único pensamiento que entro en su mente. Estaba jodido. Pero bien jodido.



- Había decidido regresar un poco antes ya que estos dos días estuvimos algo distanciados, - dijo Minho mientras miraba a Changmin, demasiado lejos para que este pudiese leer su expresión correctamente. - si no recuerdo mal, el motivo era que mi novio era demasiado soso para probar cosas nuevas en la cama. ¿Y que me encuentro? - prosiguió el chico, ignorando el hecho de que Changmin se retorcía en la cama atado a los postes, cubierto en sudor y con un dildo vibrando a toda velocidad en su trasero. - al soso de mi novio con un vibrador por el culo y sin mi. Eso no se hace, Changmin.



Y sin más aviso, Minho se lanzo sobre su novio, tomando sus labios en un beso violento y posesivo. A esa distancia Changmin si podía ver los ojos de Minho claramente, y más que enfadado parecía hambriento. Un nuevo estremecimiento recorrió a Changmin, haciéndole gemir con fuerza contra la boca de su novio.



En un súbito movimiento Minho se retiro, quitándose la ropa con celeridad para volver de nuevo a la cama casi antes de que Changmin se diese cuenta de que se había apartado. Sin embargo no regreso a la boca de este, aunque Changmin estaba estirándose todo lo que podía para volver a besar los labios de su pareja.



- Minho - gimoteo Changmin al verse confinado por sus ataduras. - por favor…


- No, Changmin, has sido muy malo. - dijo Minho, y moviéndose rápidamente se posiciono entre las piernas abiertas del moreno, cogiendo el extremo del dildo que veía sobresalir entre las nalgas separadas de Changmin. - si querías que te follase yo a ti solo tenias que decírmelo, - dijo en un tono muy bajo mientras retiraba lentamente el aparato, - ya sabes que a mi no me importa.



Y antes de que Changmin pudiese expresar su perdida, el dildo estaba dentro nuevamente, follandole con rápidos embates que golpeaban su próstata. Sus gritos resonaron por toda la habitación, raspando su garganta y soltando todo el aliento que tenia en los pulmones.



- ¡Dios, Minho! - exclamo Changmin, jadeando sin cesar, - por favor, tócame, haz algo, ¡joder!


- Oh, no, no, no, no - dijo Minho sonriendo ferozmente. - ahora que te tengo en esta postura voy a disfrutar, has sido un niño muy malo, Changmin, usando juguetitos así sin esperarme.



Y entonces Minho soltó el dildo, bajando el dial hasta la vibración más débil y sentándose a horcajadas sobre las caderas de Changmin, dejando que sus miembros se tocasen brevemente. Changmin gimió, y se retorció en la cama intentando conseguir mas fricción, pero Minho sostuvo sus caderas firmemente con sus rodillas y se inclino delicadamente, no dejando que sus penes se tocasen más que por el más breve de los contactos.



- No tienes idea de la imagen que presentabas, todo abierto y dispuesto para mi, metiéndote ese pene de plástico mientras gemías deseoso, - exhaló Minho en su oído, su aliento cosquilleando su oreja mientras Changmin se arqueaba para conseguir mas, mas contacto, mas calor, mas de lo que fuese. - Tan deseoso, tan listo, tan excitado. Si ahora mismo te quitase ese dildo y te metiese mi polla hasta el fondo, ¿gritarías para mí?


- Oh, sí, Minho, sí, por favor - gimió Changmin. Le excitaba terriblemente cuando Minho le decía cosas sucias con esa voz y ese acento . Sentía como si fuese a explotar, la vibración enloquecedora en su entrada, las manos de Minho sobre su pecho y su pene goteando sobre su estomago, suplicando atención.


- Pero no, no es eso lo que tengo en mente. - dijo Minho y se inclino a por el frasco de lubricante que descansaba junto a Changmin.



Una de sus manos dejo el pecho de Changmin y agarró el lubricante, destapándolo con facilidad y practica y hundiendo sus dedos en el viscoso líquido, mientras su boca descendía sobre la de su novio y le besaba profundamente, recorriendo con su legua todos los rincones, tatuando su paladar, acariciando la lengua que residía en su boca. Changmin gimió, no recordaba haberse sentido tan excitado en su vida, no podía pensar porque no había querido experimentar desde el principio. Si estos eran los resultados, debería haber estado haciéndolo hacia mucho.



La boca de Minho descendió por su cuello, y Changmin vio sorprendido que la mano llena de lubricante no se dirigía al miembro erecto del menor, si no que continuaba hacia atrás hasta llegar al agujero de Minho. Con un gemido que hizo eco en el que emitió Changmin, Minho hundió los dedos en su propio cuerpo, clavándolos rápidamente y abriéndolos en un esfuerzo por prepararse con rapidez.



- Minho… - gimió Changmin incrédulo.



Y antes de que pudiese decir nada mas, Minho se había movido, sacando los dedos de su trasero y posicionándose sobre el pene de Changmin, untando los restos de lubricante en este. Se hundió rápidamente, y no fue capaz de contener el gesto de dolor ni el gemido angustiado que dejo su garganta.



- Minho, ¿estas bien? - preguntó Changmin preocupado, aun a pesar que la súbita presión rodeando su miembro y la continua vibración del dildo le estaban volviendo loco.


- Un momento, demasiado deprisa.



Minho tomo varias inhalaciones profundas, moviéndose muy lentamente hasta coger una posición que le
resultase menos incomoda, y después de unos minutos, su cuerpo se relajo alrededor del pene de Changmin, y este sabia que ya estaba listo.



Minho comenzó a moverse, cabalgándole lentamente, con movimientos largos y deliberados, mientas sus manos se apoyaban en el pecho de Changmin. Nada, nada había preparado a Changmin para la doble sensación de tener un miembro dentro de él, vibrando y enviando corrientes de placer contra su próstata y el cuerpo calido de Minho rodeándole, cabalgándole lenta y profundamente. Sabía que no aguantaría, que era imposible que aguantase. Tiro de sus ataduras, queriendo soltarse para poder abrazar a su novio, para poder tener algo de control, pero las cuerdas se mantuvieron firmes.



- Minho, por favor, suéltame. - suplicó, más allá de toda vergüenza.



- No, este es tu castigo por empezar sin mí. - dijo el entre gemidos entrecortados. Su ritmo se incrementó, y Changmin creyó ver las estrellas explotando tras sus parpados cerrados.



¿Cuándo había cerrado los ojos? Los abrió de nuevo al sentir las manos de Minho dejando su pecho, y vio como este se estaba arqueando hacia atrás, moviéndose cada vez mas deprisa, el sudor resbalando lentamente por su pecho, por el hueco de su garganta, su pelo aplastado contra su cara, sus ojos desenfocados mirando a algún lugar en la distancia, la boca abierta, exhalando y jadeando rápidamente. Nunca había visto nada más hermoso. Y entonces vio como Minho le miraba con un brillo pícaro, y su cuerpo se tenso de anticipación.



No necesito ver el destino de la mano de su novio, una de las manos del chico estaba ahora en su propio pene, acariciándose con rapidez mientras que la otra había desaparecido detrás de su cuerpo.



Changmin sintió cuando la vibración fue conectada al máximo, todos los músculos de su cuerpo recibieron una descarga de placer tal que tuvo que cerrar los ojos y gritó con toda la fuerza de sus pulmones. Sintió como Minho eyaculaba sobre su pecho apenas unos segundos antes de que el orgasmo más intenso que hubiese experimentado le llevase al mundo de la inconsciencia.